Y hemos llegado a la que yo considero es la madre de las aversiones y de las tendencias de Behavioral Finance. Aquella que con más frecuencia impide a los inversores obtener rendimientos superiores a los principales ínidices de referencia.
La aversión a las pérdidas es la preferencia de los inversores a evitar las pérdidas a obtener ganancias. Según wikipedia, sicológicamente una pérdida tiene el doble de efecto que una ganancia, aunque he visto estudios que acercan este número más a 3 veces.
Ésta falta de simetría al tratar a las ganancias versus las pérdidas lleva al ser humano a tomar desiciones de inversión irracionales. El ejemplo clásico es el del juego de lotería, y para nuestro ejemplo, vamos a tomar el ejemplo propuesto en el estudio "Individual-Level Loss Aversion in Riskless and Risky Choices" realizado por el instituto
IZA.
El juego es el siguiente: A un grupo de personas aleatorias se les propone una serie de pagos al lanzar una moneda al aire. La persona debe decir si acepta el juego en esas condiciones o lo rechaza, las condiciones propuestas son:
1) Cara pierdes 2€, cruz ganas 6€
2) Cara pierdes 3€, cruz ganas 6€
3) Cara pierdes 4€, cruz ganas 6€
4) Cara pierdes 5€, cruz ganas 6€
5) Cara pierdes 6€, cruz ganas 6€
6) Cara pierdes 7€, cruz ganas 6€
De forma racional, los juego 1-4 deben ser aceptados y para el juego 5 se es indiferente, nunca se debería optar por el juego 6.
Los resultados son los siguientes:
No juega ninguno: 1,84%
Acepta sólo el juego 1: 9,51%
Acepta los juegos 1 y 2: 15,95%
Acepta los juegos 1-3: 22,77%
Acepta los juegos 1-4: 17,9%
Acepta los juegos 1-5: 12,58%
Los acepta todos: 16,56%
Los resultados nos muestran que la mayoría de las personas son aversas a las pérdidas. Lo sorprendente es que existe un porcentaje nada despreciable, que muestra lo que sería más bien una "inclinación a las pérdidas" (bueno, cuando se entra a un Casino y se conoce la matemática detrás de ella no sorprende tanto).
El estudio también habla de las diferencias en la aversión a las pérdidas de diferentes sub-grupos de personas, por ejemplo los más educados son menos aversos a las pérdidas que los menos educados (más racionales), o que los hogares con ingresos más altos son más aversos a las pérdidas que los hogares con ingresos menos altos, entre otros.
Apliquemos esto al mundo de las acciones. El hecho de que la gente sea aversa a las pérdidas significa que está mucho más dispuesta a tomar riesgo con el fin de evitar una pérdida que para obtener una ganancia. De este modo, si tenemos a un inversor que compró una acción X que ha bajado de precio desde que la compró, es mucho más probable que mantenga esa acción o que aumente posiciones en esta que con una acción Y que ha subido de precio desde que la compró.
El aumentar posiciones cuando un valor baja y reducir cuando sube no es inherentemente malo. En mi caso personal, en donde hago gestión por valor, es normal aumentar posiciones si una acción se vuelve más barata.
Pero para el público en general que invierte sin un estudio profundo de las compañías, esto causa que los inversores tiendan a vender a los ganadores y quedarse en la cartera con los perdedores.
Es esta aversión natural a las pérdidas la que ocasiona, por ejemplo, que un inversor que compró a principios de año General Motors a más de 3 dólares por acción se haya quedado con ella hasta el final (hoy en dia cotiza alrededor del dólar (1US$) en el mercado OTC). Por el contrario, si el mismo inversor compró Chipotle (NYSE:CMG) a principios de año a 65 dólares, y luego de soportar los mínimos de febrero a menos de 48 dólares, probablemente vendió la acción a finales de marzo muy cerca de los 65 dólares a los que la había comprado al principio ya que "recuperó las pérdidas", y se perdió las subidas hasta los 80$ a los que está hoy en día.
La aversión a las pérdidas es cegadora, no importa lo convincente que sean tus argumentos para tratar de convencer a alguien de que lo que tiene en su cartera es basura, que no vale lo que ha pagado y que es mejor realizar pérdidas. Esa esperanza irracional de que la acción volverá al precio que se pagó y salir "breakeven" de la operación es demasiado fuerte, no es el lóbulo frontal el que está dominando las acciones del inversor en ese momento.
Referencias:
- Simon Gächter, Eric J. Johnson & Andreas Herrmann. "Individual-Level Loss Aversion in Riskless and Risky Choices". The institute for the study of labor (IZA), July 2007.
- Soosung Hwang & Stephen E. Satchell. "The Magnitude of Loss Aversion Parameters in Financial Markets". Faculty of Economics and Politics, Cambridge University, February 2005.
4 comentarios:
La sociedad, tal y como la conocemos, no nos educa para asumir pérdidas. Debemos ser siempre ganadores y perfectos. El error no está permitido, y eso se refleja en la vida adulta.
Por ello, al principio asumir las pérdidas cuesta, ya que ligamos el resultado de la operación a nuestro ego personal. Creo que todo pasa por re-aprender y desligarnos emocionalmente de nuestras operaciones.
Muy buen artículo.
Saludos.
Muy buen artículo y muy interesante.
Gracias!
Lo de que la gente prefiere no perder que ganar ya lo sabia, por eso hay mucha gente que ahorra mucho pero no se esfuerza en ganar mas, y por eso en el gimnasio ves a mas gente con un buen fisico que a gente que no lo tiene pero quiere conseguirlo.
Pero esas cifras son realmente interesantes.
Muy buen post,
Dani
Muchas gracias por los comentarios. Muy cierto Shark, en este mundo se aplica mucho las sabias palabras de yoda "debes desaprender lo que has aprendido".
Daniel, la verdad es que muchas de las cosas que se aprenden en Behavioral Finance son cosas que se pueden saber intuitivamente, ya que forman parte de las acciones del colectivo. Sin embargo no es lo mismo "intuir" que conocer el resultado de estudios sobre los temas.
Un saludo y gracias por los aportes.
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