jueves, 19 de junio de 2008

La banca en España es un F.I.A.S.C.O.

Uno de los primeros libros que leí al empezar mis andanzas en el mundo financiero, es el de un ex-trader de un prestigioso banco de inversión. El libro, titulado F.I.A.S.C.O. por las iniciales de un evento del banco de inversión en el que trabajaba, es muy interesante para todo aquel que le guste conocer un poco mas cómo es el mundo de lo que se conoce en esta industria como el "sell side" (yo le llamo "the dark side", pero no le digan a nadie). Nos cuenta cómo el autor Frank Partnoy, quien hoy en día es profesor de Universidad, se dedicaba a crear complejos productos estructurados que le vendía a fondos de pensiones y otros clientes institucionales (lo que se conoce como clientes profesionales). Explica en su libro como los clientes no tenían ni idea del riesgo que en realidad asumían con los productos que se les vendía, pero que eran fáciles de vender porque los productos estructurados pueden ser disfrazados con el viejo cuento del "alto rendimiento y bajo riesgo".


Los Bancos de Inversión hicieron su agosto en los 90 vendiendo estos productos a clientes (que se suponía profesionales), tomando ventaja de la poca información que tenían sobre los productos que en realidad estaban comprando. La ética o no de lo que hicieron los bancos de inversión se la dejo a los lectores, lo que si les puedo decir es que los que compraban los productos eran profesionales, y su trabajo es precisamente medir los riesgos y los potenciales rendimientos de las inversiones que hacen.


Todo este cuento viene porque ya son dos los amigos que me han preguntado sobre "alternativas de inversión" ofrecidas por un banco español (que por ahora me reservaré el nombre) que son productos estructurados de no fácil compresión para la persona de a pie, que es a quien se los están vendiendo.


Este es un extracto exacto del mail enviado por el agente de la sucursal a uno de mis amigos:

  • "Nombre: Depósito Doble Rendimiento.
  1. El 50% de la inversión se invierte en un deposito tradicional a 6 meses al 6.5% TAE, con pago de intereses al vencimiento, liquidez diaria sin paralización y con pago de intereses devengados hasta la fecha en caso de cancelación anticipada.
  2. El otro 50% (aquí viene lo bueno) de la inversión se invierte en un deposito estructurado: Garantizado al vencimiento (24 meses) con cupones semestrales del 3,25% si se cumple la condición establecida, que en este caso sería que la referencia en el momento de la observación de los valores de la compañía XXX, compañía ZZZ y compañía YYY estuviera por encima de dicha referencia en el momento inicial.

La referencia inicial: el Mayor precio de cierre de cada acción de cada uno de los días comprendidos entre el 27/06 y el 28/07 (ambos de este año el 2008)

La referencia final: Para cada posible pago de cupón, se tendrá en cuenta la media aritmética de los precios de cierre de cada acción para los periodos (24-30 de Diciembre del 2008, 26-30 de Diciembre del 2009, 28-30 de Junio del 2010). En caso de que esta referencia final sea igual o supere para cada acción a su referencia inicial, pagará un cupón de 3,25%

Fechas de posible pago de cupón: 05/01/2009, 07/07/2009, 05/01/2010, y 07/07/2010 con la posibilidad de percibir hasta un 13% (así en negritas) en los dos años."



Bueno bueno... empecemos a desgranar esto....



Para que te paguen el cupón, las tres acciones tienen que estar por encima de un precio en el futuro (que no conocemos), es decir, estamos apostando a que estos valores tengan una tendencia por lo menos medianamente alcista. Lo que te pagan, aunque 13% suene a mucho, cuando dices 6,5% anual no suena a tanto, en especial con el riesgo que estas asumiendo de que no te lo paguen (nótese que te pagan lo mismo que por el otro 50%)


Ahora tengamos algo claro, el banco normalmente en este tipo de cosas, al igual que sus hermanos de la banca de inversión, no toma ningún riesgo (o es mínimo), ellos se limitan a diseñar el producto y a venderlo. Por lo que si te están vendiendo una apuesta a que las acciones suban, es probable que ellos hayan vendido a alguien la apuesta contraria, es decir, que las acciones no suban (no necesariamente a que bajen). En este caso la contraparte recibe dinero si las acciones se mantienen por debajo de esa "referencia inicial".


Cuando critico el riesgo de este producto puede que mucha gente piense "pero de qué riesgo habla, si este en un producto que te garantiza el capital". Aunque el producto suene "libre de riesgo" (el capital esta garantizado) no lo es. Ese dinero habrá dejado de ganar intereses durante dos años, que en mi opinión, es un riesgo no despreciable.


Mi problema con esto es que, al igual que los bancos de inversión del libro F.I.A.S.C.O., la banca se aprovecha de la falta de información de la gente. El riesgo de no recibir el cupón no lo indican (ese riesgo yo tampoco lo conozco, para ello hacen faltas herramientas bastante avanzadas como simulaciones Monte Carlo), pero de que el banco que diseñó el producto lo conoce de eso pueden estar seguros. Y de que (en caso de que hayan vendido la contraparte) el spread (el margen con el que se quedan por ser el intermediario de la transacción) que obtienen es bastante jugoso también lo pueden poner por escrito. Si por el contrario ellos asumen el riesgo de la contraparte, les apuesto que la probabilidad de que paguen el cupón es tan pequeña que prácticamente les estás dando dinero gratis (y que ellos pueden invertir a mas del 5%, nada mal).


Hagamos un ejercicio rápido y simplificado (muy simplificado): si asumimos que el valor de una acción hoy puede tanto subir como bajar el mes que viene, la probabilidad de que el mes que viene la acción este por encima de su valor actual es del 50%. Pero, y aquí viene el truco, para que nos paguen necesitamos que las tres acciones estén por encima del precio de hoy. Esta probabilidad se reduce (la probabilidad de que te paguen) al 0,5 al cubo, es decir, 12,5%. Lo más seguro es que las probabilidades de que te paguen los cupones en este caso sea aun menor que el rápido 12,5% que hemos calculado de manera simplificada.

Lo que quiero ilustrar es cómo la banca juega con las probabilidades muy pero que muy a su favor, y mi problema no es que lo hagan (yo voy a un casino, y aunque sé que las probabilidades están en mi contra, juego de todos modos), mi problema es que no nos las digan.

En F.I.A.S.C.O los clientes de los bancos de inversión eran profesionales y era su trabajo conocer estas cosas, la señora jubilada que va a cobrar su pensión, no solo no tiene cómo saber el riesgo que asume en este producto, es que no tiene por qué saberlo y son los entes reguladores (ni se me pasa por la cabeza que el vendedor de la agencia bancaria se lo cuente) quienes deberían protegerla, obligando a los bancos a revelar esta información.


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5 comentarios:

Anónimo dijo...

“Inflación... usted sabe mejor que yo que en España la inflación tiene los días contados.....”

Este comentario suyo en Economy Weblog me ha traído hasta aquí. Parece que le ha funcionado la estrategia, aunque sea un poco.
Yo no he estudiado específicamente economía, ¿Me podría explicar su aseveración?

Puede que no sea correcto preguntarle sobre esto en una entrada que nada tiene que ver sobre precios. Si es así le pido disculpas. Aunque si quisiera saber si el libro del que habla, FIASCO, esta en castellano.

Muchas gracias y ánimo con el blog.

Pensamientos Neoliberales dijo...

En una oportunidad busqué FIASCO en castellano para regalarlo a un amigo pero no lo encontré. Del mismo autor hay en castellano uno que se titula "codicia contagiosa" (infectious greed), que no he leido, pero parece ser del mismo corte.

Sobre la inflación en España, la verdad es que la respuesta amerita una entrada en el blog, trataré de publicarlo la semana que viene.

Muchas gracias por la visita!!!

Anónimo dijo...

Estoy básicamente de acuerdo con lo que dice relativo a la banca FIASCO. Es tal la cantidad de productos estructurados que se están comercializando por las entidades financieras que quienes los están contratando no son el público ideal de este tipo de productos, pues la mayoría los contratan confiando en el asesoramiento del comercial bancario y no por un análisis pormenorizado del producto en cuestión.

Ahora bien, dicho esto, creo que los productos estructurados no son ni buenos ni malos en sí mismos. Yo he visto como se comercializan productos muy buenos y productos que rozan el engaño en entidades españolas muy importantes. Yo, de hecho, tengo productos estructurados en mi cartera personal. Se trata, en definitiva de apuestas sobre la evolución de distintos mercados e índices, estructurados a partir de opciones y futuros.

Recientemente se ha puesto en marcha, como medida de protección al inversor y pequeño ahorrador, la directiva MIFID, por la que los clientes, antes de contratar un producto, deben rellenar y firmar un cuestionario en el que señalan su perfil de inversor a través de unas sencillas preguntas. Dependiendo del perfil, el sistema permitirá o no (obligatoriamente) la contratación del producto.

La banca, como cualquier empresa, tiene que mirar al medio y largo plazo, y no resistiría una venta masiva de productos que no satisficieran a sus clientes. Todos debemos tener esto en consideración, aunque, pensándolo bien, quizás un nivel educativo mayor sea muy necesario para los defensores de la libertad individual, entre los que me incluyo. ¿O sería mejor que papá estado lanzara una ley prohibiendo este tipo de productos?

Anónimo dijo...

A un amigo le vendieron un estructurado relacionado a la subida de 5 acciones con el ibex en 16,000. El límite de la caída no lo sabe nadie, pero con las amenazas sobre la economía española, las posibilidades de seguir subiendo 2 años más eran muy escasas, y el banco lo sabía, por desgracia es una práctica habitual. Y mucha gente cree que si en 2 años no gana nada y recupera el principal, no ha perdido nada.

saludos,

peter

Anónimo dijo...

Hace algo más de 4 años me ví en la obligación de dejar mi puesto de trabajo en uno de los bancos medianos, en el que llevaba 20 años, porque me obligaban a colocar estos productos estructurados entre los clientes que confiaban en mí. Eran tan sofisticados que no lograba entenderlos ni nadie los explicaba. Sólo había que cumplir metas. Es lo que tu dices, en algunos perdías la inflación, pero en otros sí se perdía parte del capital. Afortunadamente hoy nadie me puede apuntar con el dedo.